Aprovechando
que el martes hemos dirigido nuestro post a una actuación sobre erradicación de
plantas exóticas invasoras, hoy os queremos hablar de qué son las plantas
invasoras y cuáles son sus efectos.
Primero
tenemos que tener en cuenta que no todas las plantas exóticas son invasoras ya
que todas las plantas trasportadas más allá de su dominio geográfico se consideran
exóticas y sin embargo muchas son incapaces de sobrevivir en los nuevos climas; otras pueden llegar a naturalizarse pero sin extenderse del punto, foco, donde
se han introducido; y están las que han cumplido y cumplen una labor fundamental
en nuestra vida y dieta, como es el caso de la patata. Dicho esto, existen un
gran número de plantas exóticas con carácter invasor que juegan un grave
peligro en la pérdida de biodiversidad de nuestros ecosistemas ya que una vez
se instauran en su nueva localización no solo se aclimatan sino que su
crecimiento se vuelve incontrolado y acaban invadiendo el territorio desplazando
a las poblaciones locales y causando así importantes alteraciones en el medio.Una de las zonas favoritas de estas plantas invasoras es en la franja costera norte. Esto se debe a que en este área es donde encuentran un hábitat propicio para desarrollarse, especialmente en las marismas y los arenales. También, el clima que hay en esta zona con precipitaciones abundantes y temperaturas suaves hace que estas plantas quieran seguir habitando estos rincones. Y no debemos olvidar que la zona costera ha sufrido una presión enorme por parte del hombre, con movimientos de tierra fruto de la construcción, canteras, escombreras, carreteras... y alteración del régimen hidrológico.
Todo esto ha provocado el avance incontrolado de estas plantas, llegando a generar un problema ambiental grave.
Entre todas ellas hoy vamos a destacar dos que han encontrado en nuestra marisma su sitio para vivir: la chilca y el plumero.
La chilca (Baccharis halimifolia), perteneciente a la familia asterácea, proviene de Norteamérica y fue introducida como planta ornamental. Colonizadora por excelencia de ambientes salinos, desplaza rápidamente a la vegetación de la marisma ya que al crecer formando una densa cubierta, impide el paso de la luz y la germinación de otras especies. Sus semillas se dispersan muy fácilmente por acción del viento y el agua y germinan con mucha facilidad en ambientes expuestos al sol, por lo que las áreas desnudas son sus hábitats favoritos.
El plumero (Cortadeira selloana) es una planta proveniente de La Pampa Argentina y también fue introducida como planta ornamental.
Es una especie poco exigente en cuanto a la humedad y se expande en suelos degradados y removidos. Es una de las principales invasoras.
Las flores producen gran cantidad de semillas y pueden ser dispersadas a gran distancia por la acción del viento. También, las plantas viejas desarrollan tocones productores de nuevos brotes y esto permite un crecimiento continuado de los pies de las plantas, siendo necesaria la completa eliminación del sistema radicular para erradicar la planta.
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